Ayuda Popular Noruega en Ecuador

El periodo 2007-2017 estuvo marcado por un Estado fuerte que llevó a cabo reformas económicas y sociales. Las organizaciones populares participaron activamente en el desarrollo de la nueva constitución, aprobada en un referéndum en 2008, que reconoce a Ecuador como un estado plurinacional y garantiza derechos fundamentales para todos, incluida la Naturaleza.

Desde 2017, la deuda internacional ha aumentado y se han vuelto a introducir políticas de ajuste estructural, incluida la reducción de la inversión en infraestructuras, bienestar y servicios públicos. Al mismo tiempo, el país está sufriendo una grave crisis de seguridad con un aumento de la violencia criminal que está permeando a toda la comunidad y a todas las instituciones. El Estado ha respondido declarando una guerra contra las bandas criminales, con el consiguiente estado de emergencia y militarización.  Este es un nuevo desafío, ya que la violencia armada ha sido algo habitual en los países vecinos, pero no en Ecuador. 

Las organizaciones contrapartes trabajan en la defensa de los territorios y los recursos naturales, la soberanía alimentaria, los derechos colectivos y la justicia indígena, y la implementación del derecho de los pueblos indígenas al consentimiento previo e informado (FPIC) y la UNDROP, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales. También trabajan para promover la igualdad de género en las organizaciones y las comunidades.

El movimiento popular, especialmente el movimiento indígena, ha demostrado tener una gran capacidad para organizarse y movilizarse y ha tenido éxito en la prevención de medidas en detrimento de sus miembros y comunidades locales. La cooperación entre las organizaciones rurales y urbanas se ha fortalecido en la lucha contra los efectos negativos de la política neoliberal.

Programa

Ayuda Popular Noruega (APN) ha mantenido un programa en Ecuador desde 1985. Colaboramos con las organizaciones de agricultores e indígenas que trabajan para reducir la desigualdad social, económica y política a escala nacional y local.

APN respalda los esfuerzos de sus socios para desarrollar sus organizaciones, incluidos los esfuerzos para fortalecer las estructuras y los procesos democráticos, como congresos, canales de comunicación, construcción de alianzas y sus programas de educación política. Los programas educativos incluyen historia, economía y política, derechos indígenas, igualdad de género y derechos de la mujer, así como liderazgo, organización y conocimiento relacionados con la agroecología, incluido el procesamiento de productos agrícolas y el acceso al mercado.

Esta educación proporciona a las organizaciones mejores herramientas para desarrollar agendas políticas y propuestas para cumplir con los desafíos a los que se enfrentan, así como el conocimiento de cómo movilizar a las personas e influir en las decisiones.